sábado, 18 de octubre de 2008

Viaje amarte

La sensación de la pluma en su mano lo tranquilizó un poco. Ya era demasiado tarde para ciertas cosas, pero para otras no. Para algunas siempre hay tiempo.
Tomó el dibujo y lo dobló para que entrara en su bolsillo. Miró el chaleco que estaba sobre su cama. Penso en el día en que se lo regaló. En como era todo entonces. En como se escudaba tras de regalos.
Tratando de esquivar lo importante uno hace tonteras.
Pero ya no.
Se acabaron las escusas, los regalos falsos, las miradas sin fondo, el estar pensando en nada, el mirar al infinito sin nada claro por miedo a decidir.
Subió las escaleras y golpeó la puerta dos veces.
Esperó un poco.
Golpeó de nuevo con menos entusiasmo.
Ella misma abrió la puerta.
Toma.
Se dió vuelta hacia la escalera.
Su bus partía a las 11. Estaba atrasado.
Ella lo miró tierna.
Ya no hay nada que leer, le dijo.
No es una carta.
Además no dice nada nuevo.
La abrió.
Había un dibujo y una frase.
La frase se destiñó un poco cuando le cayó la lagrima de ella.
El la miró sonriendo.
Lo de ayer no fue una despedida, le dijo.
Fue un hasta pronto.
Cada día se nota menos el "Te amo" en la carta...pero el dibujo jamás se borró.